
No recuerdo una noche peor. Y no solo por el calor de los 41°C de Lleida y nuestra particular ola de calor que aunque no sale en las noticias llevamos muchos días con temperaturas de record, ¡no!
Ayer un importante incendio a 50 km de la capital hacía nuestro aire irrespirable así que no puedo imaginar el aire de los vecinos de la Segarra, la Noguera o de l'alt Urgell. Se produjo un incendio muy serio en varios pueblos de la provincia de Lleida que obligó a confinar a más de 20000 personas. Se juntó además con un aire huracanado en la capital y no pudimos abrir las ventanas en toda la noche. ¡Calor asfixiante, olor a quemado y ventanas cerradas!
No sé los demás pero en mi casa el aire acondicionado está en el comedor y hacia allí acabamos yendo con colchones y más agobio que otra cosa. Pasaban las horas y no bajaban los grados. Insomnio con despertadores puestos muy pronto porque truene o granice hay que ir a trabajar.
El olor a humo entraba aún no sé por donde. El humo en Lleida no me dejaba ver desde mi ventana el símbolo de mi ciudad. La Seu Vella escondida como cuando la niebla del invierno la atrapa. Esta vez el humo del verano la esconde.
¡Una noche dura, muy dura!
Y mal me sabe por quien no tiene aire acondicionado, ni ventilador ni esperanza.
Esta mañana Lleida aún huele a humo. Deseo que controlen los incendios pronto y que no vuelvan a producirse y
DEP 🙌🏻🍀 pues ya hay dos víctimas mortales.
PD: Sueño con un planeta sano y limpio para todas las personas que lo habitamos. ¡Frenemos el cambio climático!
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